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Descubre la historia de Casa das Xacias

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¿Quieres saber quién la habitaba, cómo era la vida cotidiana en esta antigua casa de aldea y cómo fue su reconstrucción? Nos lo cuenta Nuria Sánchez quien, junto a Jacobo, gestiona la casa en la actualidad para que podáis disfrutarla.

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Hasta principio de los años ochenta Casa das Xacias estuvo habitada por las hermanas Rosalía y Daría Camiñas Figueroa. Solía contar mi tía Clara que, cuando las visitaba para leerles el correo, entraba a la casa por la portada (portalón grande de la casa), de color rojo gastado y, nada más entrar, te encontrabas con el corral, un amplio recibidor con un corredor desde el que veías a Daría que, desde arriba, te indicaba que subieras por unas escaleras de piedra muy empinadas hasta llegar a una cocina con lareira u hogar. Bajo la casa había las cuadras y, aunque en los últimos años de su vida ya no tenían ganado, antiguamente habían convivido con dos vacas, un burro y varias gallinas.

Las casas tradicionales gallegas, de volumen sencillo con espacios especializados, no buscaban destacar. El corral era como el recibidor, el primer lugar que se veía al entrar, punto de encuentro de animales y personas. Este tipo de casas tenían una doble finalidad. Además de albergar a la familia, también servían como instrumento para la actividad agraria. Por ello en su interior se guardaban cosechas, aperos y animales y, en ocasiones, aunque este no es el caso, solían convivir varias generaciones bajo el mismo techo.

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Las ventanas de las casas, punto de contacto con el exterior, transmitían las confianzas y los miedos de ese hogar, el calor o el frío que se vivía en su interior. En Casa das Xacias había solo seis ventanas, y como podemos ver, solo una en la fachada principal. Aquí, en la planta baja, también había una ‘bufarda’, una pequeña abertura que servía para ventilar las cuadras. Esta en concreto fue eliminada cuando se construyeron las habitaciones en esta planta, pero en otras zonas de la casa todavía persisten las ‘bufardas’ que, en su día, daban ventilación a la bodega y despensa de la casa, como la que está en el porche, frente a la barbacoa.

Al fallecer su hermana en el año 1982, Daría se fue a vivir con la familia Vázquez, con Cándida y David al frente, padres de siete hijos. Entre ellos mi madre, Mercedes, la hija mayor, que se casaría con Roberto, mi padre. Ellos fueron los que empezaron la reconstrucción de la casa a finales de los años noventa. Tras mucho esfuerzo y una esmerada rehabilitación, inauguraron la Casa de Aldea de Turismo Rural Casa das Xacias en el año 2001.

Entre otras cosas, mantuvieron intactos los muros de 70 cm de grosor de la casa y rehabilitaron el tejado con “tejas del país”, aseguradas contra el viento con piedras de río, alineadas en el tejado en dirección noreste-sureste. Mercedes y Roberto quisieron reconstruir y transformar la casa en alojamiento turístico buscando un equilibrio que permitiera mantener su espíritu y, a la vez, dotarla de todos los servicios necesarios. En el interior, dormitorios, cocina, baños y espacios de uso común, como comedor y salón. Fuera, espacios exteriores cubiertos. También ordenaron la finca con elementos tradicionales como la parra, el huerto y el hórreo, e incluso transformaron el antiguo pajar en un gran salón con chimenea, recordando a las lareiras y la lumbre de las casas tradicionales. Una síntesis entre la adaptación a un medio rural que conserva una arquitectura característica y la plena funcionalidad y comodidad que buscamos a día de hoy en un alojamiento.

En la búsqueda de una forma coherente de proyectar un alojamiento sencillo que fuera respetuoso con la cultura tradicional, en el año 2000 recuperaron unos elementos decorativos tradicionales de Ribeira Sacra conocidos como esgrafiados, una técnica decorativa que consiste en la traza de dibujos con grafio, cuchilla o cucharín en las paredes de las casas de piedra que se estaba perdiendo en Ribeira Sacra. Afortunadamente, desde el año 2017 el Consorcio de Turismo ha querido poner en valor estos elementos mediante un proyecto de investigación y recuperación de los esgrafiados de las construcciones tradicionales.

Rehabiiltación

En el año 2019 Mercedes y Roberto nos cedieron el testigo de la gestión de Casa das Xacias a Jacobo y a mi. Jacobo lleva veinte años gestionando alojamientos y eventos en Ribeira Sacra y yo también me dedico al sector turístico y he recorrido muchos países conociendo culturas diferentes, siendo Ribeira Sacra nuestro centro de operaciones para vivir. Los dos compartimos la pasión por viajar, la gastronomía y la naturaleza. Aunque el enoturismo es nuestra debilidad, también solemos hacer rutas de senderismo, excursiones en bici, picnics con amigos, paseos en barca por el río y, por supuesto, vendimiamos y celebramos el magosto. Ahora, sin embargo, de lo que más disfrutamos es siendo tus anfitriones en Casa das Xacias.

El destino quiso que pasásemos el confinamiento de 2020 con nuestras dos hijas en Casa das Xacias, mientras hacían reformas en nuestra vivienda. Pero esa estancia fue más larga de lo esperada, y eso nos hizo pensar en cómo podíamos hacer de Casa das Xacias un lugar más acogedor para compartir con amigos y familia cuando pasase la pandemia. Había tanto tiempo que recuperar y compartir… Así que diseñamos nuevos espacios de exteriores, decidimos instalar una piscina, poner una chimenea nueva, y mantener lo que nuestros clientes más fieles, esos que repiten año tras año, siempre nos agradecen: el huerto de temporada, leña en abundancia, unas cuidadas sábanas de algodón o la información y recomendaciones que hacemos a nuestros huéspedes antes y durante la estancia al respecto de sitios para visitar, para comer o rutas para descubrir.

Os he contado la historia de Casa Das Xacias. Una casa que durante 20 años ha sido el escenario de encuentros de amigos, de despedida de solter@s, de celebraciones de Navidad, de quedadas de primos, de sorpresas de cumpleaños, de ‘volver al pueblo donde nací’ o del que ‘era mi familia’. Un lugar donde la gente viene a descubrir Ribeira Sacra, a pasar la fiesta de fin de año, a embarcarse en un viaje en globo, a disfrutar de la Semana Santa, de las vendimias y los magostos. Un lugar que acoge tanto a los que vienen a una boda al Pazo Piñeiro o a la Feria del Vino, como a los que vienen a Ribeira Sacra porque lo han visto en Máster Chef o los que acuden a la Feria del Vino de Chantada. Toda excusa es buena para conocer estos parajes.

Os invitamos a formar parte de la historia de Casa das Xacias, ¡os esperamos!!

Núria y Jacobo
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